FSC-CCOO Sector Administración General del Estado | 24 abril 2024.

Los trabajadores de la prisión de la Torrecica tenemos dignidad

    La sección sindical de CCOO en la prisión de Albacete dona la productividad generada por la huelga general de prisiones a la Asociación ACEPAIN, asociación de lucha contra el cáncer de Albacete.

    11/02/2019.
    Concentración en el C.P. de Albacete

    Concentración en el C.P. de Albacete

    Las trabajadoras y los trabajadores de las prisiones dependientes del Ministerio del Interior llevamos años denunciando el profundo deterioro de las prisiones y de sus condiciones laborales y la degradación de un servicio público de prisiones,

    El personal de prisiones sabemos lo que significa defender un servicio público cuando los que lo Gobiernan parecen más empeñados en destruirlo que en gestionarlo. Defendemos un servicio público de prisiones porque hay que cumplir la Constitución, y su mandato del derecho a la reinserción frente a los que quieren privatizar la condena y hacer negocios con ella.

    El personal penitenciario lleva años ejerciendo una demostración de responsabilidad y compromiso con el servicio público. En Albacete, y en el resto de las prisiones y ciudades de España, hemos hecho concentraciones, manifestaciones, paros, mesas explicativas, ruedas de prensa, encierros, huelgas, etc. para que no se degrade más este servicio público y las condiciones laborales de quienes le sostienen.

    Seguimos luchando para que no exista la brecha salarial retributiva dentro de la misma empresa (Instituciones Penitenciarias) y entre los mismos puestos. Según en qué ciudad te toque prestar servicio se cobra mucho menos que en otro para el mismo puesto. Las cárceles manchegas son las más perjudicadas del país con la brecha salarial.

    Nunca nos cansaremos de denunciar que, por la falta de prevención y compromiso del Ministerio del Interior, las agresiones al personal siguen en aumento en número e intensidad, por más que las traten de ocultar con un protocolo (PEAFA) que deja indefenso al personal y que le priva de los derechos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales

    Luchamos para que haya reinserción y quien la garantiza es el personal penitenciario. La desidia y el olvido de los gestores penitenciarios de los últimos años han dejado sin cubrir 3.500 plazas presupuestadas. El Ministerio del Interior no parece tener demasiado interés por cumplir el mandato constitucional de la reinserción.

    Por estas cosas tan evidentes y de sentido común hemos estado seis días de huelga a finales del año 2018. Sin embargo, hemos topado contra el muro del olvido y la marginación con el que ha respondido el Ministerio. Miles de trabajadoras y trabajadores fuimos la huelga porque creemos que debemos que tener un sistema penitenciario que tenga mejores gestores.

    Nunca hay respuesta para el personal de prisiones del Ministerio del Interior y cuando balbucean algo lo hacen para manifestar que no tienen dinero, a pesar de que ofrecieron en la mesa de negociación 123 millones en tres años para abordar estos problemas, y que retiraron sin negociación alguna.

    No tienen dinero pero después de la huelga encontraron millones para todos: más de 6 mill. para la Guardia Civil para gastos corrientes, varios más para bufandas para mandos, 40 millones para la seguridad privada, 217 millones para infraestructuras y unos miles más para intentar reventar la reivindicaciones del personal y entregándolos a funcionarios en concreto, para enfrentarnos a los demás.

    Yo soy jefe, funcionario y sindicalista. Sí, a mí también me dieron unas monedas. Pensarían que ese era mi precio o que su brillo me cegaría para no saber quiénes son los míos y donde debo estar para defender la justicia y el progreso del personal penitenciario y de las prisiones.

    Se han equivocado conmigo, igual que con otras muchas compañeras y compañeros. Soy un trabajador que sé perfectamente quienes son los míos. Puede insultarse a la gente de muchas maneras, pero la más antigua es la de las monedas.

    Yo no quiero ese dinero. No es un salario, es un precio, y yo solo trabajo y defiendo mi salario y el de los míos. Por ello peleo cada día.

    No quiero devolverles un dinero que nace con un fin tan oscuro. Hay que limpiarlo, hacerlo útil y necesario, transformarlo en algo justo y por eso lo he donado en su totalidad a la Asociación ACEPAIN, asociación de lucha contra el cáncer de Albacete.

    No sé otro modo de decirle a estos nuevos gestores, con viejas prácticas, que los trabajadores de prisiones de la Torrecica y del resto de las prisiones tenemos dignidad. No tenemos precio. Merecemos por lo que luchamos, y sabemos que es justo porque así lo dice la ley, una ley que tan a menudo olvidan quienes nos gobiernan.