Tras la comunicación remitida por nuestro sindicato el pasado 7 de julio, en donde expresábamos la preocupación sobre los nulos resultados que hasta ese momento se habían cosechado por parte de la Dirección General del SEPE en lo que afecta a la plantilla del organismo y el peligro de que finalmente se dilapidasen los seis primeros meses de este, la Dirección General nos convoca a una reunión que debe celebrarse hoy a las 13:30 horas.
La reunión va a tratar sobre las diferentes cuestiones que ya recogíamos en la comunicación comentada y que va a ser nuestra guía. Es más a la misma nos tocará añadir algunas cuestiones de última hora como son los permisos para la preparación de promoción interna y alguna otra cuestión adicional.
El trabajo realizado desde nuestro sindicato, directa o indirectamente, al menos ha tenido la virtud de acelerar las noticias en torno a los 18,35 millones de euros, que como sistema complementario de productividad, estaban pendientes de conocerse, y sobre el que el día 19 de julio, la Dirección General nos daba la noticia de que dicho incremento ya era una realidad.
Enhorabuena para la Dirección General y para todos y todas, aunque queremos ser prudentes, evitar algunos adelantos de noticias ya realizados en otros momentos que seguían estando sin respaldo y tener la resolución de la Dirección general de Costes que entendemos ya debe existir.
Sería un avance contar con estos 18,35 millones de euros pero nos siguen quedando bastantes problemas que están pendientes de abordarse. Os recordamos la carta que se le hacía llegar a la Dirección General y que motiva la reunión de hoy:
Estimado Director General:
La presente comunicación nace de la preocupación. Tras la inyección de optimismo que supuso conseguir la mejora de la productividad del organismo a finales del pasado año, aunque fuese algo puntual y sin consolidar, podía aventurarse que finalmente el Servicio Público de Empleo Estatal había entrado en una senda de soluciones y que en el presente ejercicio deberían ir concretándose las mismas.
Desgraciadamente, hemos superado el ecuador del año 2019 y en lo que atañe al organismo, tanto a nivel externo como en lo que afecta a la gestión propia, solo podemos hablar de una profunda decepción.
Seis meses perdidos en los que no ha avanzado en nada en el SEPE. Pero, por si ello no fuera suficiente para entrar en el ámbito de la preocupación, además, a nivel de negociación interna, a nivel de interlocución, se han ido licuando todos los compromisos.
De poco sirve mantener reuniones sobre cualquier cuestión, que aunque no todas las necesarias algunas se han celebrado, Ni se cumple lo que supuestamente se acuerda, ni se respeta el espíritu de lo debatido en aquellos aspectos que hubiesen quedado pendientes de madurar y los tiempos para dotar de cuerpo a cualquiera de los acuerdos adoptados no se miden en días o semanas, ni siquiera en unos meses, en algunos casos llevamos esperando casi un año a que se concreten pequeñas modificaciones o correcciones.
La foto sobre lo que da de sí la negociación en el ámbito del SEPE es verdaderamente fea. Solo se busca el acuerdo en aquello en donde la obligación de hacerlo es ineludible. Algo en Formación Interna, el frustrante y repetido relato de Acción Social, el calendario laboral tras la modificación de la Instrucción de Jornada y Horarios, lo de los concursos y la movilidad ineludible por el Acuerdo adoptado en Mesa General con Función Pública y de prevención de riesgos forzado por las sentencias judiciales.
Nada hemos podido tratar sobre el empleo en el SEPE, ni sobre las retribuciones en este organismo, tampoco sobre la RPT o sobre otras cuestiones de carácter medular en las condiciones de trabajo del conjunto de trabajadoras y trabajadores del SEPE.
¿Cómo están en la actualidad las diferentes cuestiones mencionadas? Si hacemos un repaso, sin pretender hacerlo con exhaustividad, tenemos:
- La supuesta productividad de 18,3 millones de euros que se anunció como algo tangible, sigue estando en clave de incertidumbre y la falta de concreción tras el triunfal anuncio de que estaba ya conseguido, está creando en la plantilla una sensación de frustración generalizada que debería evitarse.
- A nivel de empleo, perdimos la cota de 9.000 efectivos a principios de 2016, el trimestre pasado perdimos la cota de los 8.000. Mantener este ritmo de pérdida de plantilla es suicida para el organismo. El colapso se producirá de forma irremediable en el corto o medio plazo. Pero además ni siquiera se es capaz desde el organismo de hacer valer las decisiones comprometidas desde los diferentes ejecutivos. Más de 400 efectivos se comprometían para el SEPE a través del Real Decreto-Ley 13/2017 de Oferta de Empleo Extraordinaria, dos años después hemos incorporado a menos de 120 personas. Por último, a pesar de este ritmo en la pérdida de empleo, a pesar de lo que indicaremos en el párrafo siguiente en relación a la evolución de la carga de trabajo, cada vez somos peor tratados desde el Ministerio a la hora de la asignación del CUPO de personal interino con el que podemos contar en cada uno de los ejercicios.
- La carga de trabajo no decae. En el periodo de crisis se han producido transformaciones en el mercado laboral que no pueden obviarse y que repercuten directamente en un uso más intensivo de las diferentes prestaciones por desempleo de la población de este país. Si en el año 2006 el organismo gestionaba aproximadamente 4 millones de expedientes, en los años álgidos de la crisis se superaron los 10 millones, hoy se ha estabilizado en torno a los 7,5 millones. El doble de los que teníamos antes de la crisis y con un 25% menos de plantilla.
Pero además, en este último periodo, en estos últimos seis meses se observa un crecimiento claro en el número de solicitudes de prestaciones por desempleo efectuadas. Pasamos de un crecimiento del 2% de media mensual a otro que desborda el 10%.
¿Todo esto ha tenido alguna consecuencia? Nada que conozcamos. Ni la más mínima reflexión, ni la más mínima estrategia y desgraciadamente ninguna medida que evite la hemorragia de plantilla que sufre el SEPE.
Para rematar, algunas de las modificaciones legales en el último periodo han conllevado una excepcional carga adicional. Una carga compleja que además ha contado con el aliño de los diferentes vaivenes en las interpretaciones que han transformado la tarea de determinar si alguien podía o no ser beneficiario del nuevo Subsidio de mayores de 52 años en un pequeño infierno.
¿Al menos, en relación a esto último, ha existido alguna planificación o refuerzo para responder a dicha tarea? Tampoco.
Que nadie pretenda convencernos que los avances tecnológicos aplicados a la gestión del SEPE es lo que permiten dar respuesta a estos incrementos de carga y a estos incrementos de complejidad en la misma, a pesar de la permanente pérdida de plantilla. Fundamentalmente porque es rara la semana en la que no se produce una incidencia informática que dejan en barbecho, alguna de las herramientas fundamentales del organismo con la consiguiente desesperación de la plantilla.
- Una vía para ganar plantilla es hacer atractivos los puestos de trabajo del organismo y para ello, entre otras alternativas, está actuar sobre sus niveles retributivos y sobre sus oportunidades de carrera profesional. Negociar una nueva Relación de Puestos de Trabajo para el Servicio Público de Empleo Estatal es algo urgente. Pero desde la Subdirección General, desde la propia Dirección General son ya varias las ocasiones en que ello se menciona, en que se da un brochazo sobre algún colectivo en particular pero nunca se compromete entrar definitivamente en la revisión global de una RPT que requiere una profunda transformación.
- La gestión del presupuesto de formación interna es un despropósito. Nos sobra dinero, se desaprovecha el mismo, perdemos oportunidades de convocar acciones formativas completamente necesarias y de año en año cada vez hay una posición más cicatera por parte de la Subdirección en esta materia.
- La acción social es inexistente en este organismo. Con un presupuesto de poco más de setecientos mil euros solo cabe mantener una convocatoria de ayuda de carácter miserable. Es necesario corregir dicho presupuesto, es clara la discriminación del personal del organismo, pero nada se concreta.
- Se adoptó el compromiso de publicar cuatro concursos anuales recogiendo todas las vacantes de necesaria cobertura. En lo que va del año 2019 hemos publicado uno, el de Directores de Oficina y Jefes de Área que necesitado meses para ser aprobado. Se solicitó por parte de CC.OO. el borrador del siguiente concurso, el de puestos de estructura de las Direcciones Provinciales. Las bases están hechas, son las de Función Pública. Solo es necesario extraer las vacantes a incluir. Han pasado dos meses y seguimos esperando a pesar del compromiso de la Subdirección General de Recursos y Organización.
- Se negocian modificaciones del Calendario Laboral. Dos meses después no se ha publicado el mismo. Algunos derechos de la plantilla, derechos ligados a situaciones dramáticas o complicadas como son los que pretende cubrir la bolsa de horas, no tienen expresión en este organismo sin que exista razón alguna que lo justifique.
Si se deja en manos de la Subdirección la definición de ciertas fórmulas que sitúen en un plano razonable obligaciones y derechos de la plantilla, el resultado es decepcionante y lo que se plasma es estrictamente la posición mantenida por la Administración como nos ha pasado en la regulación de las consultas médicas al principio o al final de la jornada.
- La Instrucción de Productividad está pendiente de negociarse desde hace más de dos años. No hay forma de conseguirlo y seguimos manteniendo definiciones y exclusiones que tienen que revisarse y que están lesionando derechos de una parte de la plantilla.
- Las modificaciones de la RPT se siguen haciendo a la brava, sin negociación alguna a pesar de que ya son varias la sentencias que condenan al SEPE por este tipo de prácticas, por cierto sentencia la última que está pendiente de ser cumplida por el organismo y que nos va a obligar a volver al Juzgado solicitando responsabilidades de aquel órgano que obstaculiza la ejecución de la misma.
- En relación a los procesos de estabilización de empleo, un proceso que en el SEPE afecta a un total de 1.356 puestos de trabajo, observamos una lejanía y una despreocupación por parte del organismo que nos deja atónitos. Prueba de ello es el último escrito remitido desde la Secretaría de la Mesa delegada de negociación y donde se ponía en cuestión todo lo que afecta a este proceso de estabilización. Una irresponsabilidad jugar a incendiar esta cuestión en donde la Subdirección General debería ser más proactiva.
- No podemos matizar nuestra preocupación en torno a la prevención de riesgos a pesar de existir una reunión convocada. Llevamos tres años realizando la evaluación de riesgos psicosociales. La Subdirección tiene desde hace tiempo información de calibre y más que suficiente como para tener que abordar con urgencia actuaciones que eviten los graves riesgos que se manifiestan en más del 75% de nuestras unidades. En más de 400 centros de trabajo se manifiestan situaciones que obligan a la intervención inmediata. Lejos de haberse hecho, hemos estado este último periodo esperando no se sabe bien qué.
No podemos continuar en estas claves en el Servicio Público de Empleo Estatal a no ser que lo que se pretenda sea hundir definitivamente el organismo. Nuestra preocupación no es un capricho, obedece a la constatación de una realidad tozuda a la hora de mostrar los problemas y a una descorazonadora inactividad de su Dirección General y de su Subdirección General de Recursos y Organización para perfilar las medidas y soluciones necesarias y para poner en marcha la negociación oportuna que las haga realidad.
Desde CC.OO. no podemos aceptar la pasividad que domina la actuación del organismo y por ello, antes de tomar ninguna decisión sobre la forma de abordar esta situación, consideramos oportuno pode mantener una reunión con Vd. en donde poner en común todo lo que afecta a la situación del organismo y conocer la perspectiva que pudiésemos tener desde cada una de las partes.
Quedamos a la espera de su valoración, aunque me veo en la obligación de insistirle en la urgencia que rodea todo lo que se recoge en esta comunicación.
Un saludo.
Sección Estatal de CC.OO.